Primera cruzada

Primera cruzada.

La Primera Cruzada inició el complejo fenómeno histórico de campañas militares, peregrinaciones armadas y expansión colonial en Oriente Próximo que convulsionó esta región durante los siglos XI y XIII y que es denominado las Cruzadas.
Aprovechando la llamada de auxilio del Emperador bizantino Alejo I Comneno, enfrentado con los turcos selyúcidas, el Papa Urbano II predicó en 1095 a los diferentes estados cristianos romanos de Europa Occidental la conquista de la llamada Tierra Santa. Al intento de Pedro el Ermitaño, siguió la movilización de un ejército organizado, inspirado por el ideal de la guerra santa y liderado por nobles principalmente provenientes del reino de Francia y del Sacro Imperio Germánico, que fue nutriéndose en su avance de caballeros, soldados y numerosa población, hasta transformarse en un fenómeno de migración masiva. Los cruzados penetraron en el llamado Sultanato de Rüm y avanzando hacia el sur, fueron apoderándose de diversas ciudades y rechazando las fuerzas enviadas en su contra por los gobernadores divididos en sus disputas internas, hasta que adentrándose en los territorios de la dinastía Fatimí, conquistaron en el 1099 la ciudad de Jerusalén.

La Primera Cruzada supuso políticamente la constitución de los Estados Latinos de Oriente y la recuperación para el Imperio bizantino de algunos territorios, a la vez que significó un punto de inflexión en la historia de las relaciones entre las sociedades del área mediterránea, marcado por un periodo de expansión del poder del mundo occidental y por el uso del fanatismo religioso para la guerra. También permitieron aumentar el prestigio del papado, y el resurgir, tras la caída del Imperio romano, del comercio internacional y del incremento de los intercambios que favorecieron la revitalización económica y cultural del mundo medieval.

No hay comentarios:

Publicar un comentario