Cuarta cruzada

Cuarta cruzada.



La Cuarta Cruzada (1202-1204) fue una expedición militar organizada como una cruzada para reconquistar Tierra Santa , pero que varió su rumbo, acabando con la conquista y el saqueo de Constantinopla , capital del Imperio Bizantino .
En la Tercera Cruzada no consiguieron conquistar Jerusalén .Con el tratado que Ricardo I  «Corazón de León» y Saladino habían firmado en 1192 dejaban en poder de los cristianos tan sólo una estrecha franja costera desde Tiro hasta Jaffa , aunque aseguraba la seguridad de los peregrinos cristianos que viajasen a Jerusalén.
Por otro lado, en la última década del s.XII había ido intensificándose la rivalidad entre Enrique VI de Alemania y el emperador bizantino Isaac II Ángelo. La anterior expedición alemana, guiada por Federico  I Barbarroja , se había deshecho a causa de la muerte del emperador. Enrique, su hijo y sucesor, exigía de Bizancio la entrega de la región de los Balcanes y el pago de los daños sufridos por la expedicion de Barbarroja. Su política en Oriente, aceptando los juramentos de vasallaje de los reyes de Armenia y de Chipre, era de deliberada hostilidad contra Bizancio. Enrique pensaba crear otra cruzada contra Constantinopla , mas falleció en 1197, en Messina , con 32 años . Su sucesor en el trono alemán, Felipe de Suabia , tenía además intereses personales en Bizancio, ya que estaba casado con Irene Angelina, hija del emperador Isaac II Ángelo , que fue depuesto en 1195 por su hermano.
La ciudad-estado de Venecia , principal potencia marítima en el Mediterráneo oriental, tenía fuertes intereses comerciales en los territorios bizantinos, y muy especialmente en la capital , Constantinopla. Desde finales del s.XII gozaban de privilegios especiales para comerciar en el Imperio Bizantino, pero en 1171 el emperador Manuel I Comneno ordenó la detención de los comerciantes venecianos y la confiscación de sus bienes, lo cual provocó una suspensión de la actividad comercial entre Venecia y Bizancio que se prolongó por espacio de quince años. En 1185 , Venecia acordó la reanudación de las relaciones comerciales con el emperador Andrónico I Comneno , así como el pago de una cantidad económica en concepto de compensación por las propiedades confiscadas en 1171, que nunca llegó a hacerse efectivo. Bizancio, además, explotaba en beneficio propio la rivalidad comercial de Venecia con otras ciudades-estado italianas, como Génova y Pisa . El objetivo de Venecia, por lo tanto, era asegurarse la supremacía comercial en Oriente, desplazando definitivamente a sus rivales.

El Papa Inocencio III (1198-1216) nada mas ser elegido Papa convocó la Cuarta Cruzada. Sin embargo la Cruzada se veía amenazada por la guerra que estaban librando los reyes de Inglaterra, Ricardo Corazón de León y de Francia, Felipe. No obstante al final accedieron a firmar una tregua que no se pudo llevar a cabo por la muerte de Ricardo durante un asedio.
Para que no fracasase este llamamiento a las armas, Inocencio III, envió predicadores que extendieron el fervor religioso tanto entre el pueblo llano como entre la nobleza. Estos predicadores tuvieron éxito y pronto se unieron tres de los nobles más importantes de Francia: el conde Teobaldo de la Champaña, Luis de Blois y Balduino de Flandes. Al tomar parte en la cruzada decidieron seguir con la estrategia de Ricardo en la anterior cruzada: la toma de Egipto que era el centro de poder de los musulmanes.
Para llegar a Egipto decidieron que la mejor forma era por mar y evitar así los peligros de una larga expedición por tierra. Para ello, era necesario alquilar una flota de barcos y acudieron al Dux Enrico Dandolo, gobernador de Venecia. Enrico Dandolo se comprometió a poner a disposición de los cruzados naves suficientes.  A cambio de esta gran cantidad de naves, los cruzados deberían pagar la suma de 25.000 kilos de plata.
El conde Teobaldo de Champaña nunca emprendió la cruzada, porque murió poco después de que se firmara el acuerdo. A pesar de esta muerte el entusiasmo por la Cruzada no disminuyó, además se unió el noble Italiano Bonifacio de Monferrat.
Los Cruzados se empezaron a congregar en Venecia en junio de 1202, pero solo llegaron un tercio de las tropas esperadas y aunque tardaron un mes en la partida, no llegaron muchas más tropas. En consecuencia, no iba a ser necesaria la flota que ya habían contratado. Surgió entonces el problema del pago de una flota ya contratada y que no iban a utilizar.
El Dux Enrico Dandolo, que a pesar de ser ciego era un dirigente muy enérgico, propuso una solución: el ejercito cruzado tomaría para Venecia la ciudad de Zara y Venecia no cobraría la deuda de momento. La ciudad de Zara se había revelado hacía tiempo contra Venecia, y ahora estaba bajo la protección del rey de Hungría, que era cristiano, y del Papa.
El legado del Papa se vio en un dilema, sabía que la ciudad de Zara estaba bajo la protección del Papa pero no quería parar la Cruzada. Intentó engañar al Dux Dandolo, pero el Dux fue más inteligente y además de dirigir la Cruzada, consiguió que el legado del Papa se volviese a Roma. 
La tropas llegaron a las puerta de la Zara y la ciudad, al ver a semejante ejército con su maquinaria de asalto, decidió rendirse. Sin embargo, había una parte de los cruzados que al saber que serían excomulgados por el Papa si atacaban la ciudad, decidieron no atacarla, por lo que la ciudad prefirió resistir. No obstante fueron conquistados.
Como consecuencia las tropas que habían tomado parte en el asalto fueron excomulgadas, aunque finalmente se perdonó a todos menos a los venecianos, y se instó a los demás cruzados a no tener tratos con estos una vez llegados a Tierra Santa.
Aunque Zara había sido tomada, los cruzados seguían teniendo problemas económicos serios. En ese momento surgió una nueva propuesta que parecía iba a solucionar los problemas económicos y por fin se podría pagar los gastos de la Cruzada.

La Segunda Cruzada


La segunda cruzada

1147-1149
La Segunda Cruzada fue convocada en 1145 en respuesta a la caída del condado de edesa un año antes. Edesa fue el primero de los estados cruzados fundados durante la primera cruzada (1096-1099), pero fue también el primero en caer.


La Segunda Cruzada contó con el liderazgo de varios reyes europeos por primera vez, entre los que destacaron Luis VII de Francia y el emperador Conrado III, y con la ayuda de numerosos nobles. Los ejércitos de ambos reyes marcharon por separado a través de Europa y en cierto modo fueron retardados por el emperador bizantino Manuel I Comneno. Después de cruzar el territorio bizantino, ya en Anatolia, ambos ejércitos fueron derrotados, por separado, por los turcos
Hubo una gran Cruzada en oriente la cual fue un fracaso parar los cruzados pero un gran éxito para los musulmanes. Este fracaso fue el inicio de la Tercera Cruzada.
Algunos de los combatientes más importantes fueron:
           Cruzados                                                           Sarracenos
             · Reino de Jerusalén                                           · Almohades
             · Caballeros Templarios                                  · Almorávides
             · Imperio Bizantino                                          · Muyahides
             · Reino de Castilla
             · Reino de León
             · Condado de  Barcelona
             · Sacro Imperio Germánico    
             · Reino de Francia     

Los resultados de esta cruzada fueron:

· Fracaso en la reconquista del Condado de Edesa.

· Incremento de las hostilidades entre los Estados cruzados y los Imperios musulmanes.

 · Reconquista de Lisboa, Tarragona y Almería. ·Caída de los Almorávides y ascenso de los 
 Almohades.
 · Tratado de paz entre el Imperio bizantino y los turcos Selyúcidas.

 · Aumento de la tensión entre el Imperio Bizantino y los Cruzados.

 · Primeros avances cruzados hacia Egipto.

Tercera Cruzada

La tercera cruzada


                

La Tercera Cruzada (1189 d.C-1192 d.C) fue un intento europeo de recuperar Tierra Santa del poder de Saladino.

Tras el fracaso de la Segunda Cruzada, Nur ad-Din se hizo con el control de Damasco y unificó Siria. Con la finalidad de extender su poder, Nur ad-Din puso los ojos en la dinastía fatimí de Egipto. En 1163, su general de más confianza, Shirkuh, emprendió una expedición militar hacia el Nilo. Acompañaba al general su joven sobrino, Saladino.
Cuando las tropas de Shirkuh acamparon frente a El Cairo, el sultán de Egipto, Shawar pidió ayuda al rey Amalarico I de Jerusalén. En respuesta, Amalarico envió un ejército a Egipto y atacó las tropas de Shirkuh en Bilbeis, en 1164.
En un intento de apartar de Egipto la atención de los cruzados, Nur ad-Din atacó Antioquía, lo que tuvo como resultado una masacre de soldados cristianos y la captura de varios dirigentes cruzados, entre ellos Reinaldo de Châtillon, príncipe de Antioquía. Nur ad-Din envió las cabelleras de los defensores cristianos a Egipto para que Shirkuh las expusiera en Bilbeis a la vista de los hombres de Amalarico. Esto hizo que tanto Amalarico como Shirkuh sacasen sus tropas de Egipto.
En 1167, Nur ad-Din envió de nuevo a Shirkuh a conquistar a los fatimíes. Shawar optó de nuevo por pedir ayuda a Amalarico para defender su territorio. Las fuerzas combinadas de egipcios y cristianos persiguieron a Shirkuh hasta que se retiró a Alejandría.

-Conquistas de Saladino

Shawar fue ejecutado por sus traicioneras alianzas con los cristianos y fue sucedido por Shirkuh como visir de Egipto. En 1169, Shirkuh murió inesperadamente tras sólo unas semanas en el poder. El sucesor de Shirkuh fue su sobrino, Salah ad-Din Yusuf, más conocido como Saladino. Nur ad-Din murió en 1174, dejando el nuevo imperio a su hijo de once años, As-Salih. Se decidió que el único hombre capaz de conducir la yihad contra los cruzados era Saladino, que se convirtió en sultán tanto de Egipto como de Siria, y fundó la dinastía ayyubí.

-La cruzada de Barbarroja

El anciano emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Federico I Barbarroja, respondió inmediatamente a la llamada. Tomó la cruz en la Catedral de Mainz el 27 de marzo de 1188 y fue el primer rey en partir hacia Tierra Santa, en mayo de 1189. Federico había reunido un ejército tan numeroso que no pudo ser transportado por el Mar Mediterráneo, y tuvo que atravesar a pie Asia Menor (según cronistas medievales eran hasta 100.000 germanos). Por otra parte, junto con los ejércitos de Barbaroja, también avanzaron hacia bizancio alrededor de 2.000 soldados húngaros bajo el comando del príncipe Géza, hermano menor del rey Bela III de Hungría. Ésta fue la primera participación activa de los húngaros en las guerras cruzadas (posteriormente el rey Andrés II de Hungría conduciría en la Quinta Cruzada el ejército más grande de toda la historia de las cruzadas).

Órdenes militares

Papa Urbano II

Según la leyenda, la primera orden militar se creó en 312 d. C. El emperador Constantino el Grande, en vísperas de la batalla contra Majencio en puente Milvio, vio una cruz en el cielo con el lema «In Hoc Signo Vinces» («Bajo este signo vencerás»). Constantino hizo caso, llevando el signo a batalla. Tras la victoria dio libre culto a los cristianos, y armó a los primeros cincuenta caballeros, la Caballería Aurata Constantiniana, que llevaban el lábaro.

Los templarios
Fue una de las más famosas órdenes militares cristianas. Esta organización se mantuvo durante poco menos de dos siglos. Fue fundada entre 1118 y 1119 por nueve caballeros franceses liderados por Hugo de Payens tras la Primera Cruzada. Su propósito original era proteger las vidas de los cristianos que peregrinaron a Jerusalén tras su conquista. Fueron reconocidos por el Patriarca Latino de Jerusalén, Gormond de Picquigny, el cual les dio como regla la de los canónigos agustinos del Santo Sepulcro.
Aprobada de manera oficial por la Iglesia Católica en 1129, la Orden del Temple creció rápidamente en tamaño y poder. Los Caballeros Templarios empleaban como distintivo un manto blanco con una cruz roja dibujada. Los miembros de la Orden del Temple se encontraban entre las unidades militares mejor entrenadas que participaron en las Cruzadas. Los miembros no combatientes de la orden gestionaron una compleja estructura económica a lo largo del mundo cristiano, creando nuevas técnicas financieras que constituyen una forma primitiva del moderno banco, y edificando una serie de fortificaciones por todo el Mediterráneo y Tierra Santa.
El éxito de los templarios se encuentra estrechamente vinculado a las Cruzadas; la pérdida de Tierra Santa derivó en la desaparición de los apoyos de la Orden. Además, los rumores generados en torno a la secreta ceremonia de iniciación de los templarios crearon una gran desconfianza. Felipe IV de Francia, considerablemente endeudado con la Orden, comenzó a presionar al Papa Clemente V con el objeto de que éste tomara medidas contra sus integrantes. En 1307, un gran número de templarios fueron arrestados, inducidos a confesar bajo tortura y posteriormente quemados en la hoguera. En 1312, Clemente V cedió a las presiones de Felipe y disolvió la Orden. La brusca desaparición de su estructura social dio lugar a numerosas especulaciones y leyendas, que han mantenido vivo el nombre de los Caballeros Templarios hasta nuestros días.

Los caballeros hospitalarios
La Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta, más conocida como la Orden de Malta, es una orden religiosa católica fundada en Jerusalén en el siglo XI por comerciantes amalfitanos. Nació dentro del marco de las cruzadas y desde un principio, junto a su actividad hospitalaria, desarrolló acciones militares contra los ejércitos musulmanes árabes, y más tarde también turcos. En la actualidad es reconocida internacionalmente por las naciones como un sujeto de Derecho internacional. Su sede central, que ha cambiado de sitio en varias ocasiones, se encuentra en la ciudad de Roma, Italia, en la Via dei Condotti cerca de la Plaza de España. Ese edificio y el Palacio del Aventino, que funciona como su embajada ante la Santa Sede e Italia, tienen estatuto de extraterritorialidad.

Cruzada popular

                                         

         

Cruzada popular.

 

                                                

La Cruzada de Pedro el Ermitaño, también conocida como la cruzada popular o de los campesinos fue una peregrinación expontánea popular surgida en respuesta al llamamiento del papa Urbano II en 1095 a la nobleza europea para la invasión y conquista de "Tierra Santa". Liderada por miembros del clero bajo como Pedro el Ermitaño y Walter el indigente, la peregrinación tras invadir la península de Anatolia, fue rechazada en intento por sitiar Nicea por las fuerzas de los turcos selyúcidas y la mayor parte de sus miembros exterminados antes de alcanzar la "Tierra Santa".


Pedro el Ermitaño recorrió los burgos y los campos de Italia y Francia predicando la Cruzada a los humildes. Según se dice, era un hombre de pequeña talla, de faz enjuta, larga barba y ojos negros llenos de pasión; su sencilla túnica de lana y las sandalias le daban un aspecto de auténtico asceta. Las multitudes le veneraban como si fuera un santo y se consideraban felices si podían besar o tocar sus vestidos. Reunió una abigarrada muchedumbre de 100.000 personas, entre hombres, mujeres y niños.
La mayoría carecía de armas, otros se habían llevado las herramientas, enseres de la casa y ganados, como si se tratara de un corto viaje. Atravesaron Alemania, Hungría y los Balcanes, creyendo siempre que la ciudad próxima sería ya Jerusalén. Saqueaban las aldeas y robaban el ganado por el camino para alimentarse, por lo que los gobernantes de las regiones por las que pasaban se vieron obligadas a darles suministros o a usar la fuerza para librarse de ellos. En algunas ciudades atacaron a los judíos y sus propiedades. Llegaron a Constantinopla, donde el emperador griego Alejo I Comneno les facilitó buques para el paso del Bósforo. A principio de agosto atravesaron el estrecho y prosiguieron su descontrolado avance. Alejo I había aconsejado a Pedro el Ermitaño que acampara y esperara a los otros cruzados que provenían del resto de Europa, pero los lugartenientes de Pedro se impacientaron y decidieron seguir la travesía, animados por los botines que conseguían en el camino. Marcharon hacia Nicea con un "ejército" de unos 20.000 integrantes.
En Nicea fueron emboscados y aniquilados por los turcos selyúcidas. Pedro el Ermitaño y un reducido número de supervivientes regresaron a Constantinopla, donde esperaron la llegada de los caballeros cruzados. Esta otra expedición, respuesta a la misma convocatoria del papa Urbano II, pero organizada desde el punto de vista militar y social por la nobleza de varias monarquías europeas, recibe el nombre de Cruzada de los príncipes y es la que la historiografía suele denominar habitualmente como Primera Cruzada.


                                      

La cruzada de los niños.

La cruzada de los niños
                           


                                   


La cruzada de los niños.
                              




La Cruzada Infantil es el nombre de un conjunto de acontecimientos ficticios y reales de 1212, la cual se sucedió tras la Cuarta Cruzada, que algunos historiadores integran como sucesos posteriores de ésta, sucesos que combinan algunos o todos de los siguientes elementos: visiones de un muchacho alemán o francés, la intención de convertir pacíficamente musulmanes a la Cristiandad, niños que marchan hacia el sur de Italia y la venta de niños como esclavos. Existen muchos testimonios contradictorios y los hechos reales son aún objeto de debate entre los historiadores.

La versión tradicional
La versión larga de la Cruzada Infantil comprende acontecimientos con referencias similares. Un niño dice que ha sido visitado por Jesucristo, el cual le ordena escribir de su puño y letra unas cartas que debe entregar al rey Francés en las que se afirma que éste debe dirigir una nueva cruzada para recuperar Jerusalén. Entrega las cartas y se vuelve a su pueblo. El rey se toma a broma esas cartas.
El niño recibe una segunda visita de Jesucristo, que ahora le encomienda liderar él mismo una cruzada hecha por niños hacia la ciudad de Jerusalén, la cual caerá en manos cristianas por la pureza y bondad de sus almas. Le dice también que no debe temer por el mar, ya que se abrirá como ya ocurrió con Moisés. Al mismo tiempo, un niño alemán asegura que también ha sido mandado por Jesucristo en la misma empresa y reúne a un número bastante menor de niños alemanes.
De 20 a 30 mil niños se les unen y marchan hacia Niza. En su camino llegan a ciudades y pueblos, y arrasan con la comida que encuentran. Más de la mitad de los niños en su camino hacia Niza deserta y la otra mitad muere de hambre.
Finalmente llegan a Niza menos de dos mil niños y doscientos adultos, se pasan dos semanas rezando como le había dicho Jesucristo al niño que lideraba la cruzada para que se abra el mar, desde que sale el sol hasta que se oculta; sin embargo no ocurre nada, pero dos mercaderes les ofrecen 7 barcos para cruzar el mar. Montan en los 7 barcos y se dirigen hacia la tierra santa. En Cerdeña se hunden dos barcos, y los otros cinco llegan a tierras de Alejandría, donde los niños son vendidos como esclavos por los dos mercaderes que les habían "prestado" los barcos. Ése es el fin de la Cruzada.
Historiadores dicen que no eran niños sino personas ya adultas y otros que un niño francés llegó a adulto y regresó a Francia convertido en sacerdote, por eso se conoce la historia.


Primera cruzada

Primera cruzada.

La Primera Cruzada inició el complejo fenómeno histórico de campañas militares, peregrinaciones armadas y expansión colonial en Oriente Próximo que convulsionó esta región durante los siglos XI y XIII y que es denominado las Cruzadas.
Aprovechando la llamada de auxilio del Emperador bizantino Alejo I Comneno, enfrentado con los turcos selyúcidas, el Papa Urbano II predicó en 1095 a los diferentes estados cristianos romanos de Europa Occidental la conquista de la llamada Tierra Santa. Al intento de Pedro el Ermitaño, siguió la movilización de un ejército organizado, inspirado por el ideal de la guerra santa y liderado por nobles principalmente provenientes del reino de Francia y del Sacro Imperio Germánico, que fue nutriéndose en su avance de caballeros, soldados y numerosa población, hasta transformarse en un fenómeno de migración masiva. Los cruzados penetraron en el llamado Sultanato de Rüm y avanzando hacia el sur, fueron apoderándose de diversas ciudades y rechazando las fuerzas enviadas en su contra por los gobernadores divididos en sus disputas internas, hasta que adentrándose en los territorios de la dinastía Fatimí, conquistaron en el 1099 la ciudad de Jerusalén.

La Primera Cruzada supuso políticamente la constitución de los Estados Latinos de Oriente y la recuperación para el Imperio bizantino de algunos territorios, a la vez que significó un punto de inflexión en la historia de las relaciones entre las sociedades del área mediterránea, marcado por un periodo de expansión del poder del mundo occidental y por el uso del fanatismo religioso para la guerra. También permitieron aumentar el prestigio del papado, y el resurgir, tras la caída del Imperio romano, del comercio internacional y del incremento de los intercambios que favorecieron la revitalización económica y cultural del mundo medieval.